María vive ahora en Holanda con su familia. Fueron reubicados de Grecia a finales de 2016. María contó esta historia en junio de 2017 sobre su nuevo hogar en Holanda.
Vivimos en el campamento hasta octubre del año pasado, fue hermoso. Ahí fui a una escuela, dirigida por (la ONG) “Jafra” y los españoles. Tenía amigos ahí y por eso me puse triste al irme. Había muchas peleas –principalmente a gritos-, los iraquíes discutían con los de la ONU por la comida. Tuvimos una entrevista. Habíamos solicitado que nos reubicaran a Holanda porque mi hermano ya estaba ahí. La entrevista fue muy amistosa y nos aceptaron. Luego estuvimos en un hotel en Atenas por 20 días, no estuvo mal. Después volamos al aeropuerto de Schiphol, en Holanda.
Soy muy feliz aquí porque puedo ver a mi hermano. El vino al aeropuerto. No lo había visto en cuatro años. De ahí fuimos enviados a un campamento, como parte del procedimiento legal, y estuvimos viviendo ahí en un cuarto por cuatro días. Luego nos dieron nuestros papeles de translado y fuimos transladados en carro a otro campamento. Era muy bonito. No recuerdo el nombre. Vivimos en un remolque. Había escuela. Todos mis compañeros de clase eran sirios y nuestros profesores holandeses, pero ellos tenían traductores y nosotros estudiamos la lengua. También hacíamos otras cosas como jugar tenis, nos llevaban a jugar a un lugar en el centro de la ciudad.
Después de cuatro meses nos dijeron dónde ibamos a vivir, no había de otra. No pudimos elegir, pero mi hermano vive a 7 de kilómetros. Me gusta aquí. Tengo amigos holandeses, niños y niñas. Yo los visito y ellos me visitan. Juego futbol, y me encanta correr. En el campamento aprendí muchas palabras. Ahora mis amigos empezaron a enseñarme más holandés. La escuela a la que voy es una escuela de lenguas. Pasé cuatro años sin ir a la escuela y casi llegué a olvidar como escribir correctamente pero ahora escribo en holandés muy bien. Llevamos todas las materias: lectura y redaccion, matemáticas, geografía e historia. Tenemos clase de geografía holandesa y de historia holandesa. Nos enseñan sobre la vida en Holanda. Por ejemplo, que a la gente le encanta correr. Los holandeses son gente muy amable y se llevan bien. Definitivamente quiero quedarme aquí. Cuando sea grande quiero ser farmaceútica. Eso es lo que hace mi cuñada, y de ella tomé la idea.