La historia de Siva

Italia
diciembre 2016

Siva tiene 18 años y es de Nigeria. Cuando me contó su historia, en noviembre de 2016, ella estaba visitando a unos amigos en Riace, Calabria, Italia.

Vivía en Nigeria con mi padre y mi madre. Mi padre murió cuando yo tenía ocho años y mi madre se volvió a casar con otro hombre. Él me trataba muy mal y quiso aprovecharse de mí. No quería estar ahí, así que a los diez años me fui de la casa y me quedé con unos amigos, amigos cristianos. Al principio todo iba bien. Íbamos a la escuela, pero cuando tenía trece, mi amiga, que era mayor que yo, empezó a salir con chicos. Una vez me llevó a un lugar donde había muchos chicos y me violaron. Ella me llevó allá muchas veces y quedé embarazada. Es por eso que no me gusta tener amigos.

Otra chica que conocí después me dijo que llamara a mi madre. Le hablé a mi mamá y me dijo: regrésate a la casa, y tuve a mi bebé ahí. La llamé Blessing (Bendición), y esto es porque cuando estaba embarazada tuve un accidente: un carro me golpeó cuando cruzaba la calle y me llevaron al hospital. Estaba muy golpeada, llena de moretones, pero me hicieron un ultrasonido y mi bebé estaba bien. Tuve a Blessing a los catorce.

Pero después, cuando mi bebita tenía cuatro meses de nacida, mi padrastro decidió quitármela porque no tenía dinero. Así que me salí de la casa y me fui a vivir con una mujer que preparaba alcohol. Yo le ayudaba y muchos hombres llegaban ahí para tomar, pero yo me sentía incómoda por la forma en que ellos me miraban. Yo quería irme. Una amiga me dijo: vámonos de viaje y yo le dije: no puedo irme de viaje porque no tengo dinero, cómo puedo hacerlo, no tengo ropa, no tengo recursos, no tengo nada. Mi madre me prestó dinero, ella consiguió 300,000 dólares nigerianos, y mi amiga me dijo: no te preocupes, después de tu viaje harás amigos cristianos.

Ella dijo: Voy a llevarte a un lugar en el que conocerás gente que te ayudará, y me llevó a un parque en el que había muchos chicos y chicas y mujeres, y tomé un autobús que iba a Agadez. Pero yo no tenía idea de dónde estaba y nadie me ayudó. La gente es tan malvada. Fui a tres países en tres autobuses diferentes. No sé qué países eran. Pero en el camino a Sabratha (Libia), fui secuestrada. El autobús nos llevó hasta unas personas, hombres con pistolas. Ellos pararon el autobús, nos bajaron y nos pusieron en un contenedor. Ahí adentro estaban violando a unas niñas. Yo les dije que estaba embarazada y ellos dijeron que estaba bien y me dieron un poco de agua. Luego me dijeron que debía llamar a alguien que pagara por mi rescate y les dije: pero no tengo nada de dinero.  Una chica me ayudó. Ella le habló a su hermano y él les dio 200,000 por mí y por ella. Nos dejaron ir a las dos pero no íbamos en la misma dirección.

Un tipo árabe me llevó a Sabratha. Esperé cinco días en la playa, sin comer nada porque no tenía dinero para comprar comida. Así que me puse a mendigar, le pedí a la gente un dinar para comprar agua.

Dibujo por James Vin Brown, 16 años, de GuineaDibujo por James Vin Brown, 16 años, de Guinea

Luego decidí irme en un bote. Pero el bote tenía un agujero muy grande, y el agua empezó a cubrirme y yo pensaba voy a morir aquí. Pensaba en qué era lo que me había hecho dejar mi país pues en el mar todo estaba mal. No hay nada, miras hacia el cielo y miras hacia el mar y no hay nada. Cincuenta personas ahí, ni un capitán o piloto, y yo en el medio de ellas y con tanto calor. No había nada de comer ni de beber, no había baño y yo vomitando.

Cuando llegó el equipo de salvamento me puse muy feliz. Me dieron una camiseta y una cobija para envolverme. Pasé dos días en el barco de rescate. Luego llegué a Italia y después de llegar aquí dije: Dios, este lugar es hermoso. En Nigeria hay suciedad y dolor. Al llegar aquí fue muy feliz. No tenemos luz en Nigeria, en cambio aquí todo es bueno. Es lindo y perfecto.

Primero nos pusieron en una carpa (tienda). No era muy linda. María estaba en mi carpa. Nos hicimos buenas amigas. Luego vino su hermana por ella, le pregunté si podía visitarla y me dio su permiso. Es por eso que estoy aquí ahora. Yo vivo en otro lugar, estoy en un centro para niñas. Ahora tengo dieciocho, tenía diecisiete cuando llegué.

Extraño a Blessing. Quisiera tenerla conmigo.

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